lunes, 2 de julio de 2012

80 - Un paseo hasta el mar



Pues eso es lo que hicimos ir de paseo al mar. En casa nos gusta el mar pero como mar; para pasear al amanecer, hacer fotos y también captar las imágenes de las hermosas puestas de sol en ese maravilloso lugar. Disfrutar de su olor, de su calma y bravura, de su profundo azul, de esa inmensidad donde se une cielo y mar...así nos encanta el mar! con un finde al año tenemos de sobra, no nos mola eso de estar tumbados en la arena día tras día; preferimos algún lugar de interior para conocer su arte, sus paisajes, sus costumbres, gastronomía, fiestas...

Papá y mamá tienen un rinconcito de mar preferido, un lugar con encanto lleno de recuerdos y vivencias inolvidables pero queda un poco lejos y creemos que será mejor ir con Jirafita cuando sea algo más mayor. Y más después de este paseito que hicimos, no nos quedó duda.

La peque llevaba un par de semanas pidiendo ir a la playa, le hacía especial ilusión y así nos lo pedía: "quero i a la paya, a juga con anena, mi cubo y mi pala, y me voy a baña yo solita y mamá y papá no hacen nada" (cuando dice mamá y papá no hacen nada, siempre se refiere a que no la ayudan, que ella puede solita).
Así que como le hacía especial ilusión, buscamos una que quedara cerca o lo más cerca posible. Barajamos la posibilidad de hacer noche, pero como no sabíamos bien cómo iba a ir el día pues preferimos ir de ida y vuelta.

La peque ha estado los tres veranos anteriores en la playa. El primero en la barrigota, el segundo con 6 meses, que más que nada paseó con nosotros, y el año pasado se dio un chapuzón y chapoteó por la orilla.

Lo más cerca eran dos horas de viaje que se portó genial, toda una campeona. Iba tranquilita sentada, de vez en cuando cantaba o leíamos algún libro pero especialmente iba ilusionada mirando el paisaje y ansiosa por llegar. Ni siquiera paramos. Con 28 meses aún no tenemos ni DVD para el coche, mientras podamos aguantar...

Al llegar estaba muy emocionada, repitiendo que iba a bañarse, a jugar en la arena...pero no sé lo que había imaginado que todo aquello se desvaneció, la arena le gustó pero el agua, nada de nada. Paseamos por la orilla y cuando el agua le llegaba a los pies hacía muecas raras y pedía irse a casa. El oleaje estaba fuerte y creo que el sonido del mar le impactó. Pedía irse a casa como nunca antes lo ha pedido.
Jamás forzaré a mi hija a hacer algo que no quiera, pienso que siempre hay muchas opciones o formas de resolver. Si no quería estar allí no estaríamos pero habíamos hecho dos horas de viaje seguidas y tampoco era lógico subir al coche de nuevo.
Así que buscamos alternativas para aprovechar el día lo mejor posible.
Como la arena sí le gustaba, pues jugamos en la arena. Papá y la peque hicieron un castillo de arena, más bien amurallado y colocamos las banderitas que con tanta ilusión habíamos hecho el día de antes. (Palitos con goma eva). Eran seis pero se cansó enseguida, las quitó y pidió guardarlas. No me dio tiempo a hacer la foto completa.



Comimos y seguimos jugando pero Jirafita pedía ponerse la camiseta que tenía frío (hacía calor pero supongo que como está acostumbrada a nuestras elevadas temperaturas pues le parecía frío) así que como empezaba a dar muestras de sueño pues decidimos recoger y acercarnos al puerto a ver los barcos. (Lleva una temporada interesada en los medios de transporte y los barcos le fascinan).
Se quedó dormida en el trayecto hasta el puerto y, justo al llegar, se despertó. Durmió media hora , lo justo para reponer fuerzas y continuar. Y ya, desde que llegamos al puerto no pidió en ningún momento irse a casa. Disfrutamos mucho viendo barcos muy diferentes, paseando y mirando los puestos de artesanía.

Nos quedamos un rato viendo estos peces.



Nos tomamos un helado en una heladería que tenía un espacio de juegos para niños. ¡La decoración me pareció ideal para el lugar! La peque lo pasó genial.



Salimos por unas grutas hasta el mar pero sólo para hacer fotos, correr, saltar y saltar.

Nos compramos un gusano de madera, que hace posturitas, para nuestra colección de juguetes de madera, que papá y mamá comenzaron hace muchos años y que ahora disfruta la peque....¡nos encantan!







Y regresamos a casa. Desde que subimos al coche, se quedó dormida hasta la cochera.

2 horas de coche + 3 horas entre comida, paseos y ¿juegos en la arena? + 3 horas y media de puerto, puestos, grutas, helado + 2 horas de coche...¡palizón! pero mi hija vio cumplido su deseo aunque al estar allí cambiara de opinión...que para eso forma parte de su derecho asertivo.
Un día completo, que fue diferente a como habíamos planeado, pero que nos lo pasamos genial. A las 8 estábamos duchaditos y deseando descansar, claro que la peque como había descansado en el coche tenía ganas de fiestuqui, ¡qué risa nos pegamos los tres!
Y esta ha sido nuestra aventura marina del 2012, con 28 meses de mi pequeña.

9 comentarios:

  1. Pues una aventura genial e inolvidable. Me encanta cómo respetáis los ritmos de Jirafilla y cómo os fomentáis siempre su desarrollo emocional. Da gusto leerte siempre.
    Un abrazo.

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  2. No debio encontrarse lo que se imaginaba... ya veras como otro dia va mas animada y se atreve a disfrutar de la arena y del agua... Aun es muy pequeñita...

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  3. maaadre mía, q no parásteis en todo el día.

    me encanta leeros y ver lo bien q se lo pasa la peque (aunq ese día cambiara de opinión y no quisiera playeo) :D

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  4. Puede que la temperatura del agua no le gustase o que si el mar estaba movido de fondo tampoco le apeteciera mucho. Como ellos son mucho más bajitos que nosotros las cosas se ven desde otra perspectiva y lo que a nosotros nos parece unas olitas para ellos es unas olazas. Otro día será, mejor no forzarles, si al menos se lo pasó pipa con los barcos y el helado pues bienvenido sea el día de playa.

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  5. Al mio hace poco lo llevamos y le costó su tiempo meterse en el agua, y lo hizo el solo sin forzarle, luego no quería salir y ya estaba anochecieno y refrescaba, menudo berrinche jeje. La arena aún no la caba de convencer tampoco. Creoque pasastéis un día increíble y ella cumplió su deseo a su manera. Besos!

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  6. Qué identificada me he sentido, compartimos muchas cosas... Me ha encantado ese gusano de madera, qué chulo! Ahhh, y las velas con goma eva... ¡quedan apuntados!
    Nosotros, a pesar de que mis padres viven prácticamente todo el año en la playa, sólo vamos una o dos veces al año, más que suficiente... A mí me gusta el mar mucho más que la playa! Saludos.

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  7. Es que el mar impresiona y a veces las reacciones son inesperadas. Lo bueno es saberlo y ser capaces de adaptarnos a los imprevistos.
    Creo que fue un día muy bien aprovechado, respetando los gustos de todo y apurando para disfrutar hasta el último minuto.
    Ya supongo que es cansado, pero seguro que os mereció la pena.
    Besos

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  8. A la peke le costó un poco adaptarse al agua. Hay que decir que estaba bastante fresquita. pero un rato dentro y disfrutó un montón. Lo gracioso es que le encanta embadurnarse de arena, pero cuando la ponemos de pie sobre ella se queda paralizada, como si la hubiésemos sembrado, jajaja...
    Me apunto lo de las velas de goma eva, son muy chulas!

    Besos

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  9. Como de momento no vamos a vernos por tu otro blog...¡me vengo a éste!

    Me gusta lo de no llevar DVD en el coche. El paisaje con todo lo que va ofreciendo es la mejor película.

    Besos

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