jueves, 27 de septiembre de 2012

108 - Nuestra experiencia con el cole (edito nota)

Hace cuatro semanas que empezamos una nueva aventura. La peque ha comenzado el cole. Como comenté en algún post anterior, Jirafita es de principio de año, 2010, por lo que nos parecía demasiado mayor para cuando llegara el próximo curso porque entraría y, en nada ,cumpliría los 4 años. El año anterior también echamos solicitud en este centro, pero finalmente decidimos no llevarla y que se quedara en casa conmigo. Hemos estado juntas dos años y medio casi al completo. Ya que he impartido algunas clases extraescolares pero casi siempre aprovechaba sus siestas, con lo cual la separación no ha sido mucha. Este año sí hemos sentido que era diferente, este año sí estoy segura que está bien en el cole. Yo no estoy preparada para que aprenda solamente en casa. Se estaba enganchando demasiado a los dibujos, y aunque los tenía limitados y hacíamos muchas actividades en casa pero me parecía que el invierno se haría muy largo y tendríamos algunas "rencillas" al respecto. También está super enganchadísima a mamá. Y es bueno pero en su justa medida, que ya sobrepasaba. El miedo a separarse.  Eso, sumado a que, con lo social que siempre ha sido, se estaba volviendo un poco rara en cuanto a enfrentar situaciones nuevas o estar con desconocidos. No era mucho tiempo pero sí creo que podría haber aumentado al paso que íbamos. Además que ando en varios proyectos de estudios y trabajo, estaba decidido:  era tiempo de partir, una decisión muy meditada por ambos, a sabiendas de que no iba a ser fácil ni para ella ni para mí.
Tuvimos las dos primeras semanas de adaptación, una hora y media. Nos tocó el segundo turno. Desde el primer día he intentado transmitirle calma y seguridad, levantarnos sin prisas, ni agobios, desayunar tranquilas y salir con tiempo para que pudiera juguetear en una plaza que hay justo donde está el cole. Yo sola, tardo tres minutos andando hasta el cole. Con la peque algunos más, pero está muy cerca de casa. Es un colegio con clases de 0 a 5- 6 años y es el que más se adecuaba a nuestras creencias y forma de ver la vida. Como siempre escribo, la perfección no existe, sé que como en casa no va a estar pero sí sé que tiene muchas cosas positivas y será una experiencia que le ayudará en muchos aspectos, de hecho, llevamos cuatro semanas y Jirafita ha dejado de hacer esas cosas raras que hacía cuando estábamos con desconocidos. ¿Casualidad? No sé,  prefiero pensar que no.
En general, es un colegio que nos gusta, con sus principios, con su estilo y forma de hacer las cosas.
El primer día decidimos ir en coche porque yo me imaginaba que iba a ocurrir lo que ocurrió. Papá nos recogió y nos fuimos los tres juntos en coche. La peque iba muy contenta, con su uniforme (sí, llevan uniforme así no hay que pensar cada día qué ropa ponerse. Nos surtimos de unos cuantos y nos olvidamos del tema ropa). Pero al llegar se agarró a mí con fuerza y me dijo que se quería quedar conmigo. Es cuando se me cogió un nudo pero me aguanté como pude.  Le volví a repetir lo que tantas veces habíamos hablado con ella. Ella lo sabía pero obvio que le costaba separarse. A mí también, con la diferencia que la adulta soy yo. La dejé llorando . Me asomé por la ventana y vi cómo la profesora estaba a su lado ofreciéndole algo, mientras Jirafita manoteaba colorada como un tomate llorando a lágrima viva. Empezaron a saltarse mis lágrimas. Salimos, me subí al coche y ya no pude aguantar más. Llegué a casa y estuve llorando el resto del tiempo que quedaba hasta que tenía que ir a recogerla.  Me sentí culpable, mala madre y no sé cuántas cosas más. Me desahogué todo lo que el tiempo me dejaba, me lavé la cara y me fui a recogerla. Salió con una sonrisa de oreja a oreja y me contó lo bien que lo había pasado, los juegos que habían hecho y el nombre de alguno de sus amiguitos.
La profesora me contó que había estado llorando media hora. Esa misma tarde tuvimos la reunión para informarnos de todo y conocer al personal de un modo más cercano. Fue una reunión agradable. Me gustó la forma de enfocar la educación, cada niño es único, con sus necesidades, sus avances, sus retrocesos, sus progresos, su ritmo...así tratarán a cada niño, según su ritmo. No todos irán aprendiendo lo mismo, sino que ellas se adaptarán a sus necesidades. Nos llevamos a la peque a la reunión (claro, no tenemos a nadie cerca), de todas formas me parecía que sería importante para ella acudir al cole, ya sin uniforme, y ver que nada malo pasaba. Conocimos a todas las profes que se encargarán de la educación y cuidado de los niños de 0 a 2 años. Son cinco. Jirafita cuando vio a su seño (como ella la llama) empezó a señalarla y repetir que esa es su seño R., estaba feliz, orgullosa y muy tranquila, repitiendo que mañana venía otra vez al cole con su uniforme y su mochila.
Cada niño tiene que llevar de casa un desayuno de media mañana pero cada día toca un alimento para todos. Me encantó que todo ha de ser natural y no aceptan bollería, ni chocolates ni golosinas. Un día zumo, otro bocadillo, repostería natural, lácteos, fruta...
Cada niño tiene su agenda con sus anotaciones diarias, tanto de casa al cole como del cole a casa. Me parece fundamental estar unidos  en este camino que hemos tomado confiándoles  lo más preciado que tenemos. Yo fui una de las que hice algunas preguntas en la reunión, no me gustan las cosas que quedan en el aire y prefiero saber cómo se va a hacer esto o aquello. Después de la reunión me presenté a la profesora, que ya había conocido por la mañana, como Jirafa (jeje), la madre de Jirafita y le expuse lo que consideré conveniente, entre ello el tema pañal.
También estoy a la espera de la reunión del AMPA de la que quiero formar parte. Estoy implicada en la educación de mi hija al máximo y me parece fundamental estar ahí  de todas las formas que me sea posible.
Como escribo más arriba, esta es nuestra cuarta semana y la peque está genial. Habla todo el tiempo de su cole, de su seño R. , de su seño M., de sus amiguitos, de los juegos que hacen.
Hay días un poco más complicados que otros, ella no ha vuelto a llorar más salvo algún puchero al entrar y el momento en el que están enseñándola a controlar esfínteres. Ya están al tanto es que es un tema super delicado, que llevamos desde Abril y que existe un miedo irracional de la peque. Es difícil para mí pensar que hay algún ratillo que lo pasa mal, pero la estamos ayudando a enfrentar esos miedos de la mejor forma posible. Es un bien para ella y los miedos es mejor enfrentarlos que ocultarlos, porque antes o después, terminan saliendo si no están logrados. Yo me permití desahogarme mucho el primer día pero  sé que ha sido una decisión meditada y que es la correcta. Eso no significa que no haya días que no salga con la lágrima fuera, o que vea que es la hora en la que estará en el wc y se me salten las lágrimas al pensar en cómo estará.
Cada vez que lo considero oportuno aporto en el cole, lo que creo: pregunto , me informo, busco recursos, me alío...
La base de la educación es la familia, de eso no tenemos duda.  Es el pilar fundamental para que todo lo demás pueda construirse desde esa firmeza. Por eso, seguimos aprendiendo en casa y ahora que estamos escolarizados pues complementamos cole-casa.
Estoy al tanto de todo el material que van a trabajar, hay actividades que la seño nos sugiere que es importante si se hace en familia que se complementan con las que hacen en el cole.
Nos pusimos el cd que nos envió y leímos los cuentos. La peque con una sonrisa de oreja a oreja, era como descubrir que sus padres hacían lo mismo que su seño y eso era importante para ella y para nosotros.
Nos pusimos los tres a bailar, cantar, saltar, jugar, relajarnos, reir, imitar animales...en el salón.
Hasta ahora estamos muy contentos. La peque se toma todo el desayuno de la clase, participa en las actividades, tiene un montón de nuevos amiguitos  (algunos los conocíamos del parque), y ha dejado de hacer esas cosas extrañas que hacía ante desconocidos o gente que ella consideraba, a veces era hasta con familiares directos. Tiene un hambre atroz, parece que se le ha pasado un poco esa racha saltarina que llevaba dentro, se ve que necesitaba ese desfogue.
Ahora está más tranquila, salta pero de otro modo. Dice que en el cole juegan al pilla pilla. Lo que sí es cierto es que ella necesita “acción”.
Se está enfrentando con emociones nuevas, con situaciones a solas  (sin papá ni mamá), está conociendo otra parte del mundo fuera de casa. Tenemos un horario muy flexible porque la entrada es de tres cuartos de hora para poder dejarlos por la mañana, así no hay prisas de no llegar. Bueno, tampoco es cuestión de apurar el último segundo pero nos vamos con tiempo, relajaditas para transmitirle calma, alegría, seguridad...y no hay agobios de entrada. La dejo dentro de su clase cada mañana. Ella sale a las 12:30 largas, no come en comedor ni nada, de momento, salvo que yo no pudiera estar en casa a esa hora. En principio vamos adaptándonos genial.
La seño me está echando "un cable" con el tema pañal. Está al tanto de la “gravedad” del asunto. Jirafita sigue reteniendo lo que haga falta de tiempo.  Que no hace y no hace, ni en el wc, ni orinal, ni tampoco encima.  La seño R. Le está aplicando técnicas y métodos que ellas tienen para ayudar con el control de esfínteres.
Está siendo un mes de muchos cambios para todos. La mayoría positivos, es una adaptación para la familia al completo. Nuestra pequeña crece y nosotros con ella.
También en clase han dado la bienvenida al Otoño. Jirafita cuando entró y vio como estaba decorada la pared se quedó alucinada. En casa también lo estamos trabajando.
Y en casa, estos días, hemos hecho actividades con el color rojo. Primero porque es el color del uniforme y no quiero que lo relacione con algo negativo, segundo porque es su color preferido y no me gustaría que le tome manía, y tercero porque es el primer color que van a empezar a trabajar en clase.





Observando los cambios del Otoño. Recogiendo hojas y palitos para hacer actividades


Nota: al llegar a recoger a mi peque al cole, la seño y Jirafita tenían una sorpresa para mí. Mi bomboncito ha hecho pipi en el wc y se lo pidió ella solita. "Seño me hago pipí". Ole, ole y ole por mi gordi. Vamos poquito a poco perdiendo el miedo. Hoy hace justo 5 meses que comenzamos. Lo escribí en este post. Despacito pero avanzando.

lunes, 24 de septiembre de 2012

107 - Trasvases de colores

Los trasvases son actividades que triunfan durante varios años de la infancia, pero si son de colores aún hacen que el atractivo sea mayor

Agua de colores, cuencos y cucharas de diferentes tamaños y tonalidades, embudos..
Todo listo antes de que Jirafita lo vea.


No intervengo en ningún momento. La dejo que experimente y actúe como crea conveniente. Algunos los echa en el cuenco del mismo color del líquido. Otros los echa donde le parece. A veces le queda líquido en uno y ya no cabe más en otro, pero sigue echando. Comprueba que si echa más se sale. Tiene que acostumbrarse a saber medir, a ir despacio.  En otras ocasiones, trasvasa de uno pequeño a otro grande y sobra mucho espacio.
Observa que el líquido puede parecer más oscuro o transparente dependiendo del color del vaso y también que hay mucho o poco dependiendo también del tamaño del recipiente.
Algunos tenían espuma y le encantó moverlos para ver cómo salía más y más espuma.
A veces echaba un poquito de uno y añadía de otro, los colores se mezclaban y aparecía un nuevo color.


Finalmente me pidió algo más grande, y mezcló todo en la jarra. Todos los colores juntos. Comprobó lo que sucedía si mezclaba todos los colores.
Otra experiencia que le encantó.

viernes, 21 de septiembre de 2012

106 - Caja sensorial pollo Pepe

He aquí nuestra segunda caja sensorial, el tema es del libro El pollo Pepe.
La idea la saqué de aquí. Me encantó y enseguida me puse a recopilar cosas azules y amarillas o relacionadas con el pollo y la gallina.



Aunque se ven, os pongo los objetos que usé:

- Arroz teñido de azul y amarillo para el fondo
- Bloques de construcción amarillo y azul
- Platos, vasos, cucharas, tenedores, cuencos...de ambos colores
- Pollos, gallinas, huevos
- Muelles locos, azul y amarillo
- Pajitas azules con marionetas de dedos de pollo y gallina
- Cintas de cuerda azul y amarillo
- Un embudo amarillo y otro pequeñito azul
- Un libro blandito de un pollo
- Botes de lacasitos con tapón azul
- Un pollito de cuerda y otro de plástico de estos que suenan
- Un trozo de red azul
- Un pollo de goma eva
- Algunas figuras geométricas
- Plastilina
- Tapones
- Cierres de bolsas
- Una gallina impresa y plastificada
- Vasitos con maíz (usamos el de hacer palomitas), trigo (kikos) y cebada (pan rallado)
- Teníamos una red de pelotas de ambos colores (fuera de la caja)
- Y el libro del pollo Pepe.


Decir que le encantó es poco. Estuvo mucho tiempo jugando, manipuló todo, leímos el libro, nos reímos, descubrimos muchas cositas. Le fascinó darle la comidita. Le echaba un poquito de todo en el suelo, me pedía que le diera cuerda al pollito y cuando éste salía "andando" le decía: "pollo Pepe, come, come..." ja ja.
La repetiremos seguro porque cuando ha visto que estaba haciendo el montaje de fotos me ha pedido jugar con esto.
Del libro, le gusta mucho cuando abrimos la solapa de la mamá gallina. Como no tenía ninguna gallina grande para que hiciera el efecto, por eso imprimí una y la plastifiqué. Cuando la descubrió, estuvo todo el rato con la gallina para arriba y para abajo. Incluso después de haber recogido la caja, se llevó la gallina para mirarla y remirarla.
Así que viendo el efecto le imprimí y plastifiqué más animales (en otro post os lo enseño).



Con lo que le gustan a ella las pelotas, pues la red de pelotitas ni la abrió. Imagino que pensaría que ahora no era el momento de jugar con pelotas, y mira que lo pensé mientras lo preparaba todo, pero por otro lado me apetecía. Ya sabemos, estos peques son imprevisibles, a veces lo que crees que sí es no o viceversa.
Si a vuestros peques les gusta el libro, sin duda le encantará esta caja sensorial. Como comprobáis el coste es cero, son cosas que tenemos en casa...bueno sólo compré los kikos...15 céntimos, ya véis. La imaginación hace el resto. El aprendizaje y la diversión son para siempre.

Y de tanto que comió, así quedó el pobre pollo Pepe, patas arriba, je. Pero tranquilidad, que ya lo tenemos por aquí otra vez vivito y coleando.

Nota: Cada vez que ve el libro me pide hacer la actividad. Así que improvisando buscando cositas azules y amarillas y darle de comer al pollo.
De todas las que hemos hecho hasta ahora, es la que más le ha gustado.

jueves, 20 de septiembre de 2012

105 - Libro caritas magnéticas


No hay mucho que explicar, pero sí mucho rato de diversión.
Un libro con animales variados,  imanes de ojos, bocas, narices...y a darle a la imaginación.


Trabajamos los animales, reconocemos las siluetas, la motricidad al coger cada pieza, la atención al buscar los iguales (hacemos parejas), la paciencia para poner y quitar cada cosa en su lugar, recordamos las partes de la cara, los colores...
Los ponemos del derecho y del revés, al gato le ponemos dientes de conejo o al cocodrilo boca de pájaro. Nos reímos y pasamos un rato agradable.


No recuerdo el precio pero sé que fueron menos de 10 €.
Editorial: Todolibro. De cartón duro.
Viene genial con su cajita al lado para guardar las piezas.
Mi peque lo tiene desde las pasadas Navidades y lo usaba pero cuando nos poníamos con ella, aunque se cansaba enseguida. Ahora lo coge a menudo y se entretiene mucho con este libro. A veces lo hacemos juntos o ella solita.


A Jirafita le encanta ponerle las gafas de sol a los animales, lástima que sólo viene una pero la va poniendo a uno y a otro.

lunes, 17 de septiembre de 2012

104 - Madres y crías

A la izquierda las crías, a la derecha las madres

Como mi hija tiene especial ternura por cada cosa pequeñita y le busca a todo, sea lo que sea (un lápiz, un cuaderno, un cochecito...), su mamá. Siempre, cosas similares pequeñas y más grandes, son la mamá y el hijo. ¿Qué mejor actividad? Le encantó y estaba muy contenta cuando cada "hijito" estaba ya "en su casita con su mamá". Repetíamos sus nombres y recordábamos el sonido que hacen.
Mezclamos animales del mar, granja y salvaje. Que en otro momento nos servirá para clasificar por categorías.

Poco a poco, fueron encontrando a su mamá, aunque al final, cuando quedaban cinco por encontrar a su mami, Jirafita se dio cuenta que los animales tenían mucha hambre y les trajo algo de pasta (que previamente había estado jugando en su cocinita). Así que ya se mezclaron todos con todos, de la granja, salvajes, marinos, madres, crías... mientras se daban un buen festín de pasta que no de pastar!

miércoles, 12 de septiembre de 2012

103 - Jugando con cilindros

Llevamos desde antes del verano con este juego de cilindros casero que nos está  dando muchos ratitos de diversión.
Tan simple como unos botes de lacasitos y una caja con agujeros por un solo lado, para que sólo se inserte y no se "cuele" en el interior.
A veces los coloca del mismo color según el tapón y el círculo que rodea al agujero de la caja (clasifica)  y, otras veces, los inserta como le parece.
Incluso intenta hacer torres con ellos, los hace rodar. La mayoría de las veces con las cosas más simple se divierten un montón.

En horizontal

Y también en vertical

lunes, 10 de septiembre de 2012

102 - Contamos y asociamos cantidad - símbolo

La peque lleva todo el verano contando todo lo que ve a su alrededor. Como escribí en algunos post, sabía contar de seguido hasta el 15 pero no lo asociaba con la cantidad. Pues de un día para otro cuando hacíamos actividades con números comenzó a contar correctamente. A veces se confunde con algunos números, pero para eso estamos aprendiendo. Le expliqué que para no equivocarse (porque iba tan rápida que siempre le salían más) pusiera un dedito encima de cada cosa que contábamos. Y despacito contara tranquila que no teníamos prisa. Resultó genial. Así trabaja también la paciencia que a veces es muy impaciente.
Muy graciosa empieza con su dedido:" uno, dos, tes, cuato, quinko, sei...." a veces llega hasta el diez relacionando el número con la cantidad (las menos) y otras se queda en el siete (las más), pero me parece un avance importante.
Lo que es el conteo lo domina mejor, cuenta y dice el número correcto que hay. Luego al poner el número, como símbolo, a veces confunde el dos con el cinco o el tres con el ocho. Así que en conteo vamos contando cositas varias y en poner el símbolo seguimos practicando, de momento, solamente hasta el cinco.
Encontré estas graciosas manzanas aquí , para meter los dedos por los agujeritos y contar. Las imprimí y plastifiqué, además de estos 15 gusanos pequeñitos para hacer más atractivo el conteo.

Para la actividad usamos la pizarra magnética junto con los números imantados también.
Fácil, económico, atractivo y lo mejor de todo, que aprendemos jugando. Poco a poco, a su ritmo, vamos reconociendo e interpretando más números.

Nota: Escribí este post un día de verano, donde la peque confundía el dos y el cinco. Papá le dijo que el cinco es el que tiene la barrigota gordota, ahora siempre busca al cinco repitiendo que tiene "la baguiguita goda". Ya los diferenciamos.
Estos peques nos sorprenden cada día. Qué alegría poder compartir tantas cosas con nuestra hija!

viernes, 7 de septiembre de 2012

101- Las comiditas que se cortan


Por lo menos tienen, una treintena, son de mamá

Hace unos meses vi en una librería infantil unas frutas que se cortan. Me parecieron geniales para mi peque, pero recordé que yo tenía unas de cuando era pequeña y que debían estar en el desván de los abuelos. Así que, una de las veces que fuimos al pueblo, las busqué y, efectivamente, allí estaban. Fue uno de los juguetes que guardas con especial cariño, por si tus hijos algún día juegan con ellos.
Como Jirafita es la primera nieta y sobrina por parte de mi familia, pues aquí estamos dándole utilidad primero y esperemos que puedan heredarlas después otros primos, porque son geniales.


Las lavamos, le quité los velcros antiguos que no pegaban y les puse nuevos. Están perfectas, salvo la otra mitad de una patata que no la encontré. Luego mi hermana me preguntó: "¿y la salchicha?"..."¡es verdad! ¡también había una salchicha!" -le respondí sorprendida. Tampoco di con ella, igual estaba en otra caja o cualquiera sabe...

Pero aquí tenemos estas que no son pocas: Un limón, un pepino, un tomate, un pescado, un pan y un pimiento.

La peque encantadísima. Estuvo cortando y volviendo a pegar todo el día. Luego en casa las puso en su cocinita y feliz de la vida.
Ideal para practicar con el cuchillo (con el de su cocinita, se entiende), para conseguir destreza y desarrollar la motricidad fina.
Las recomendamos. A vuestros peques les encantarán. Claro, que las de ahora son más modernas e incluso se pueden cortar en más trozos. Estas son de un plástico duro como las comiditas típicas de las cocinitas, pero están muy bien conservadas.
Espero inculcar eso a mi hija, el saber jugar, el darle mucha utilidad y la importancia de cuidar, conservar, compartir, prestar, regalar, heredar...

martes, 4 de septiembre de 2012

100 - Caja sensorial: Blanco y negro




En casa hacemos distintas actividades sensoriales pero nunca habíamos hecho una caja sensorial específica.
Navegando por la red me topé con diferentes artículos que explicaban lo positivo que es y me puse en marcha.
Necesitamos una caja o recipiente del tamaño y altura que deseéis (nosotros hemos usado una de estas transparente que vienen con tapa, y que se usan para guardar diferentes cosas. Sin tapa, claro, y la hemos dejado para hacer este uso exclusivo.
Se trata de llenar la caja con cosas que tengan relación al tema que hayamos elegido. El niño-a podrá experimentar libremente con sus manos, con la vista, el olfato...
Es una experiencia donde integrarán sus sentidos, les ayudará a concentrarse, entretenerse y relajarse.
A través de estas cajas sensoriales, los niños-as aprenderán a resolver problemas, a cooperar. Les facilita el aprendizaje de números, el control de las emociones y familiarizarse con sus sentidos.
Los materiales pueden ser diversos, teniendo en cuenta el tema que tratemos, se puede jugar libremente con la imaginación y con los gustos de la niña-o. Se pueden hacer auténticas maravillas con coste cero, con cosas que tenemos por casa y, en nuestra experiencia, con resultados excelentes.
Después de haber hecho varias con mi hija, creo que realmente es una experiencia enorme.
Algunos piensan que los materiales no deben salir de la caja y los niños deben jugar dentro. En casa quizá más adelante, de momento, a Jirafita con dos años y medio y con plena fase de exploración, limitarla así sería romper la magia de todo el efecto que había creado en ella todo este descubrimiento. Así que la dejé manipular a su antojo; total, luego cada cosa iría a su lugar y lo que eran legumbres o tal, a barrer y listo. Nada superaría todo el tiempo en que mi hija "flipaba" y papá y yo observándola llenos de ¿emociones inexplicables?
Nuestra primera caja sensorial fue: Blanco y negro

Materiales:
- Una cubitera blanca
- Tapones blancos de diferentes tamaños
- Corcho blanco
- Cucharitas blancas y negras
- Una bolsita de fieltro blanca con telas negras dentro, de diferentes tactos (seda, piel, tergal, pana...)
- Un pequeño bolsito negro con cuerdas y lazos blancos, de diferentes tamaños, grosores, larguras, tactos...
- Un collar blanco y uno negro
- Dos dálmatas
- Dos cebras
- Un gorila
- Una araña
- Una salamandra negra
- Un muelle
- Bastoncillos de los oidos
- Gomillas de pelo
- Un dinosaurio
- Ceras blandas negras y blancas
- Dos trozos de cartulina, uno negro y otro blanco
- Una foca
- Telas de rayas negra y blanca
- Botellitas de actimel
- Un espejo
- Dos palitos blancos
- Un panda (marioneta de dedos)
- Algodón
- Una pulsera negra
- Una cajita negra con un huevo blanco pequeño dentro
- Dos patas negras (de estas de soporte para muebles de cocina, baño, etc...)
- Una pelota blandita blanca y negra
- Una pelota blanca y negra sin volumen (que echa agua, pero sin agua)
- Conchas de mar, blancas y negras
- Un cochecito negro
- Una pieza de construcción blanca y negra
- Alubias blancas
- Pasta negra
- Una tapadera negra de los botes pequeños de pintura de dedos
- Una plancha de goma eva blanca y otra negra para el fondo
- Un puñado de jazmines blancos
-Tees de golf
- Una bandeja blanca de su cocinita
- Una pinza blanca
- Una piedra negra


Es importante que tengan algo para coger con cucharitas (en este caso alubias) y algo para trasvasar (vasitos).

¿Por qué elegí este tema primero? pues porque era la primera que hacíamos y me apetecía ver su reacción mediante los contrastes (que también podían haber sido otros) pero ¿qué es lo primero en lo que se fijan los bebés cuando comienzan a ver? en las cosas blancas o negras. Así que como era la primera...
En cualquier caso, podría haber hecho muchas pero hice esta y....le encantó.
Los materiales los busqué por cada rincón de la casa y recopilé todo lo blanco o negro o de ambos. Cuando Jirafita dormía la siesta, preparé la caja. Después de la merienda y del baño en la piscina, le dije que tenía una actividad que era una sorpresa. ¡¡¡Le encantan las sorpresas!!! se quedó alucinada cuando le mostré la caja. Papá grabó su cara mientras yo se la presentaba. Sin palabras.



Ese gesto de sorpresa al ver algo, cogerlo o preguntar qué era. Tocarlo, olerlo, experimentar a su antojo. El ir sacando cosas, probárselas. Los collares se ponía uno y se quitaba otro. Se los volvía colgar los dos. Se ponía la pulsera. Fue una sorpresa y misterio total las bolsitas, tanto la blanca con los trozos de tela que tocó y experimentó con cada una; como la negra cuando empezó a tirar y tirar y salían más y más cuerdas y lazos de tamaños, grosores y formas...
La dejamos manipular a su antojo, sólo respondíamos cuando ella nos preguntaba por algo. Tenía mucha curiosidad en tantas cosas y le dijimos que podía usar todo. Estaba encantadísima. Estuvo haciendo torres con los bloques de corcho blanco. Luego cogió las ceras y dijo que quería pintar. Le sugerí que buscara en la caja que igual encontraba algo para poder pintar. No lo entendió muy bien, así que le ayudé y le mostré los dos trozos de cartulina blanco y negro y le gustó más la blanca donde estuvo un buen rato pintando con negro. Y seguiría y seguiría pero es que cronometrado por el reloj, estuvo jugando, experimentando, aprendiendo...con esta caja durante 50 minutos. ¿Qué actividad dura tanto para un niño-a de dos años y medio? La mía por lo menos siempre juega menos tiempo con una actividad concreta.
Y en recoger, entre los tres, tardamos poco. En un plis, lo que era para tirar ya estaba en la basura y el resto colocado en su lugar.
Después de esta experiencia hemos hecho más y las que haremos. Ya las compartiremos. ¡¡Nos ha encantado!! y creemos que se puede adaptar tanto para bebés con objetos blanditos, como para niños más mayores. Así que nos queda muuuucho por descubrir, aprender y compartir.


He leído en algunos blogs que prefieren hacer la caja con los niños, otros que hacen la caja de sorpresa y otros que la tienen varios días para jugar con ella. Nosotros, de momento hemos elegido prepararla como sorpresa porque con la poca paciencia que tiene Jirafita, seguro que en mitad del montaje ya se habría cansado y no tendría el mismo efecto. Es que fue impresionante la sorpresa al verlo todo así presentado y el juego que dieron cosas tan simples. Y nuestras cajas sólo duran, de momento, el tiempo de la actividad, hasta que Jirafita se cansa, porque como todo queda desmontado pues recogemos y hasta la próxima. Más adelante, según sus necesidades e interés veremos cómo las hacemos. De momento, vamos genial así.

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