62 - ¡Menudo susto!

Hoy no iba a escribir nada, pero ahora que estoy relajada y mi pequeña duerme es como si hubiera llegado una sensación a mí que me avisa de lo sucedido, a pesar de que han pasado varias horas y de que ha sido algo sin demasiada importancia. Siento las piernas flojas y un pellizco en el estómago.
Hoy he terminado antes las clases, y cuando me disponía a preparar la merienda de mi peque, que bailoteaba y saltaba en el salón, se ha caído y ha empezado a llorar fuerte. Papá y yo que estábamos en la cocina hemos acudido corriendo, cuando la levanté y vi como tenía todo el canto del mueble metido en la frente no sé lo que me entró. Un chichón enorme salió en milésimas de segundos y le pusimos velozmente el milagroso "Arnidol" pero al momento, empezó a abrirse una brecha con sangre y ahí se quedó. Me preocupaba que el Arnidol hiciese otro efecto en la herida e impidiera salir la sangre porque sé que con herida no debe aplicarse, pero cuando lo apliqué no había herida sólo chichón. ¡Ay qué lío! así que para quitarnos la preocupación la llevamos al centro de salud y allí han valorado que era mejor no dar puntos. La peque, que había dejado de llorar cuando le apliqué el arnidol, sólo repetía que quería ir al parque. Cuando la pusieron en la camilla para hacer la cura, me pedía que la cogiera pero le expliqué que iban a curarle y luego nos íbamos al parque. Le preguntaron cómo se llama, cuántos años tiene y ella respondió sin problemas. Pero a la pregunta de ¿cómo te has hecho eso? me miró como diciendo: "explícaselo tú".
Cuando nos fuimos les dio las gracias, y les dijo tan campante que se iba al parque. Entre risas por sus ocurrencias, le dijeron que tuviera cuidado en el parque, a ver si iban a tener que atenderla otra vez, que ahora todos los golpes van al mismo sitio.
Que la vigilemos porque si no le bajara el golpe igual tienen que hacer una rajita para que sangre y dar puntos, pero creen que no. Eso espero!
Un poquito de hielo envuelto en una gasa, Dalsy para el dolor (aunque dice que no le duele nada de nada, lo dudo mucho porque a mí me duele sólo de verle la brecha) y está feliz como una perdiz. De camino y vuelta al parque ha ido diciéndole a todo el mundo que tiene una pupa en la frente. Se mira en el espejo y dice con orgullo: "mira mi pupa".

Brecha con el hinchazón bajado

¡Ay! qué aún me tiemblan las piernas, pero que todas las pupas se queden en eso.