Hace cuatro semanas que empezamos una nueva aventura. La peque ha comenzado el cole. Como comenté en algún post anterior, Jirafita es de principio de año, 2010, por lo que nos parecía demasiado mayor para cuando llegara el próximo curso porque entraría y, en nada ,cumpliría los 4 años. El año anterior también echamos solicitud en este centro, pero finalmente decidimos no llevarla y que se quedara en casa conmigo. Hemos estado juntas dos años y medio casi al completo. Ya que he impartido algunas clases extraescolares pero casi siempre aprovechaba sus siestas, con lo cual la separación no ha sido mucha. Este año sí hemos sentido que era diferente, este año sí estoy segura que está bien en el cole. Yo no estoy preparada para que aprenda solamente en casa. Se estaba enganchando demasiado a los dibujos, y aunque los tenía limitados y hacíamos muchas actividades en casa pero me parecía que el invierno se haría muy largo y tendríamos algunas "rencillas" al respecto. También está super enganchadísima a mamá. Y es bueno pero en su justa medida, que ya sobrepasaba. El miedo a separarse. Eso, sumado a que, con lo social que siempre ha sido, se estaba volviendo un poco rara en cuanto a enfrentar situaciones nuevas o estar con desconocidos. No era mucho tiempo pero sí creo que podría haber aumentado al paso que íbamos. Además que ando en varios proyectos de estudios y trabajo, estaba decidido: era tiempo de partir, una decisión muy meditada por ambos, a sabiendas de que no iba a ser fácil ni para ella ni para mí.
Tuvimos las dos primeras semanas de adaptación, una hora y media. Nos tocó el segundo turno. Desde el primer día he intentado transmitirle calma y seguridad, levantarnos sin prisas, ni agobios, desayunar tranquilas y salir con tiempo para que pudiera juguetear en una plaza que hay justo donde está el cole. Yo sola, tardo tres minutos andando hasta el cole. Con la peque algunos más, pero está muy cerca de casa. Es un colegio con clases de 0 a 5- 6 años y es el que más se adecuaba a nuestras creencias y forma de ver la vida. Como siempre escribo, la perfección no existe, sé que como en casa no va a estar pero sí sé que tiene muchas cosas positivas y será una experiencia que le ayudará en muchos aspectos, de hecho, llevamos cuatro semanas y Jirafita ha dejado de hacer esas cosas raras que hacía cuando estábamos con desconocidos. ¿Casualidad? No sé, prefiero pensar que no.
En general, es un colegio que nos gusta, con sus principios, con su estilo y forma de hacer las cosas.
El primer día decidimos ir en coche porque yo me imaginaba que iba a ocurrir lo que ocurrió. Papá nos recogió y nos fuimos los tres juntos en coche. La peque iba muy contenta, con su uniforme (sí, llevan uniforme así no hay que pensar cada día qué ropa ponerse. Nos surtimos de unos cuantos y nos olvidamos del tema ropa). Pero al llegar se agarró a mí con fuerza y me dijo que se quería quedar conmigo. Es cuando se me cogió un nudo pero me aguanté como pude. Le volví a repetir lo que tantas veces habíamos hablado con ella. Ella lo sabía pero obvio que le costaba separarse. A mí también, con la diferencia que la adulta soy yo. La dejé llorando . Me asomé por la ventana y vi cómo la profesora estaba a su lado ofreciéndole algo, mientras Jirafita manoteaba colorada como un tomate llorando a lágrima viva. Empezaron a saltarse mis lágrimas. Salimos, me subí al coche y ya no pude aguantar más. Llegué a casa y estuve llorando el resto del tiempo que quedaba hasta que tenía que ir a recogerla. Me sentí culpable, mala madre y no sé cuántas cosas más. Me desahogué todo lo que el tiempo me dejaba, me lavé la cara y me fui a recogerla. Salió con una sonrisa de oreja a oreja y me contó lo bien que lo había pasado, los juegos que habían hecho y el nombre de alguno de sus amiguitos.
La profesora me contó que había estado llorando media hora. Esa misma tarde tuvimos la reunión para informarnos de todo y conocer al personal de un modo más cercano. Fue una reunión agradable. Me gustó la forma de enfocar la educación, cada niño es único, con sus necesidades, sus avances, sus retrocesos, sus progresos, su ritmo...así tratarán a cada niño, según su ritmo. No todos irán aprendiendo lo mismo, sino que ellas se adaptarán a sus necesidades. Nos llevamos a la peque a la reunión (claro, no tenemos a nadie cerca), de todas formas me parecía que sería importante para ella acudir al cole, ya sin uniforme, y ver que nada malo pasaba. Conocimos a todas las profes que se encargarán de la educación y cuidado de los niños de 0 a 2 años. Son cinco. Jirafita cuando vio a su seño (como ella la llama) empezó a señalarla y repetir que esa es su seño R., estaba feliz, orgullosa y muy tranquila, repitiendo que mañana venía otra vez al cole con su uniforme y su mochila.
Cada niño tiene que llevar de casa un desayuno de media mañana pero cada día toca un alimento para todos. Me encantó que todo ha de ser natural y no aceptan bollería, ni chocolates ni golosinas. Un día zumo, otro bocadillo, repostería natural, lácteos, fruta...
Cada niño tiene su agenda con sus anotaciones diarias, tanto de casa al cole como del cole a casa. Me parece fundamental estar unidos en este camino que hemos tomado confiándoles lo más preciado que tenemos. Yo fui una de las que hice algunas preguntas en la reunión, no me gustan las cosas que quedan en el aire y prefiero saber cómo se va a hacer esto o aquello. Después de la reunión me presenté a la profesora, que ya había conocido por la mañana, como Jirafa (jeje), la madre de Jirafita y le expuse lo que consideré conveniente, entre ello el tema pañal.
También estoy a la espera de la reunión del AMPA de la que quiero formar parte. Estoy implicada en la educación de mi hija al máximo y me parece fundamental estar ahí de todas las formas que me sea posible.
Como escribo más arriba, esta es nuestra cuarta semana y la peque está genial. Habla todo el tiempo de su cole, de su seño R. , de su seño M., de sus amiguitos, de los juegos que hacen.
Hay días un poco más complicados que otros, ella no ha vuelto a llorar más salvo algún puchero al entrar y el momento en el que están enseñándola a controlar esfínteres. Ya están al tanto es que es un tema super delicado, que llevamos desde Abril y que existe un miedo irracional de la peque. Es difícil para mí pensar que hay algún ratillo que lo pasa mal, pero la estamos ayudando a enfrentar esos miedos de la mejor forma posible. Es un bien para ella y los miedos es mejor enfrentarlos que ocultarlos, porque antes o después, terminan saliendo si no están logrados. Yo me permití desahogarme mucho el primer día pero sé que ha sido una decisión meditada y que es la correcta. Eso no significa que no haya días que no salga con la lágrima fuera, o que vea que es la hora en la que estará en el wc y se me salten las lágrimas al pensar en cómo estará.
Cada vez que lo considero oportuno aporto en el cole, lo que creo: pregunto , me informo, busco recursos, me alío...
La base de la educación es la familia, de eso no tenemos duda. Es el pilar fundamental para que todo lo demás pueda construirse desde esa firmeza. Por eso, seguimos aprendiendo en casa y ahora que estamos escolarizados pues complementamos cole-casa.
Estoy al tanto de todo el material que van a trabajar, hay actividades que la seño nos sugiere que es importante si se hace en familia que se complementan con las que hacen en el cole.
Nos pusimos el cd que nos envió y leímos los cuentos. La peque con una sonrisa de oreja a oreja, era como descubrir que sus padres hacían lo mismo que su seño y eso era importante para ella y para nosotros.
Nos pusimos los tres a bailar, cantar, saltar, jugar, relajarnos, reir, imitar animales...en el salón.
Hasta ahora estamos muy contentos. La peque se toma todo el desayuno de la clase, participa en las actividades, tiene un montón de nuevos amiguitos (algunos los conocíamos del parque), y ha dejado de hacer esas cosas extrañas que hacía ante desconocidos o gente que ella consideraba, a veces era hasta con familiares directos. Tiene un hambre atroz, parece que se le ha pasado un poco esa racha saltarina que llevaba dentro, se ve que necesitaba ese desfogue.
Ahora está más tranquila, salta pero de otro modo. Dice que en el cole juegan al pilla pilla. Lo que sí es cierto es que ella necesita “acción”.
Se está enfrentando con emociones nuevas, con situaciones a solas (sin papá ni mamá), está conociendo otra parte del mundo fuera de casa. Tenemos un horario muy flexible porque la entrada es de tres cuartos de hora para poder dejarlos por la mañana, así no hay prisas de no llegar. Bueno, tampoco es cuestión de apurar el último segundo pero nos vamos con tiempo, relajaditas para transmitirle calma, alegría, seguridad...y no hay agobios de entrada. La dejo dentro de su clase cada mañana. Ella sale a las 12:30 largas, no come en comedor ni nada, de momento, salvo que yo no pudiera estar en casa a esa hora. En principio vamos adaptándonos genial.
La seño me está echando "un cable" con el tema pañal. Está al tanto de la “gravedad” del asunto. Jirafita sigue reteniendo lo que haga falta de tiempo. Que no hace y no hace, ni en el wc, ni orinal, ni tampoco encima. La seño R. Le está aplicando técnicas y métodos que ellas tienen para ayudar con el control de esfínteres.
Está siendo un mes de muchos cambios para todos. La mayoría positivos, es una adaptación para la familia al completo. Nuestra pequeña crece y nosotros con ella.
También en clase han dado la bienvenida al Otoño. Jirafita cuando entró y vio como estaba decorada la pared se quedó alucinada. En casa también lo estamos trabajando.
Y en casa, estos días, hemos hecho actividades con el color rojo. Primero porque es el color del uniforme y no quiero que lo relacione con algo negativo, segundo porque es su color preferido y no me gustaría que le tome manía, y tercero porque es el primer color que van a empezar a trabajar en clase.
Observando los cambios del Otoño. Recogiendo hojas y palitos para hacer actividades
Nota: al llegar a recoger a mi peque al cole, la seño y Jirafita tenían una sorpresa para mí. Mi bomboncito ha hecho pipi en el wc y se lo pidió ella solita. "Seño me hago pipí". Ole, ole y ole por mi gordi. Vamos poquito a poco perdiendo el miedo. Hoy hace justo 5 meses que comenzamos. Lo escribí en este post. Despacito pero avanzando.